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Chicago

Pilsen: historia y legado de un barrio mexicano en Chicago

¿Qué define la historia de un barrio, desde sus orígenes hasta su presente? ¿Su arquitectura, sus parques, las diferentes comunidades que lo han habitado, sus conflictos, su arte? ¿Todo eso en conjunto? ¿O algo más?

Pilsen, en el libro de Peter Pero

Chicago es una ciudad de barrios: cada barrio es una realidad específica, la historia de una o varias migraciones: esa historia queda contenida en el nombre mismo de los barrios, en sus iglesias y centros comunitarios, en el trazado de sus parques, sus escuelas y sus leyendas. Pilsen es uno de esos barrios de Chicago que ya en el nombre mismo hablan de su historia inmigrante. Su nombre se deriva de la palabra checa Plzen, que identifica a la ciudad del mismo nombre en la región de Bohemia, en la actual República Checa, cuna de la cerveza tipo pilsener, y lugar de origen de miles de inmigrantes que a principios del siglo XX se establecieron en una zona del Lower West Sidede Chicago delimitada por las vías del tren, el ramal sur del Río Chicago y la calle 16.

Ese barrio ya había sido habitado por los irlandeses, y después por los alemanes, pero fueron los bohemios quienes le dieron el nombre de Pilsen, y esa geografía sigue llamándose Pilsen aún con las sucesivas oleadas de polacos, croatas, lituanos y, desde la segunda mitad del siglo XX, mexicanos que la han impuesto su propio sello al barrio.

El origen checo de Pilsen

Hoy Pilsen es corazón de la comunidad mexicana de Chicago, sede de su arte, su literatura, su periodismo cultural y radiofónico; sede de sus murales, sus luchas obreras y políticas; de su cocina tradicional y de su nueva cocina. Pero su arquitectura, sus calles, sus venas, son reflejo de la multiplicidad y diversidad que le dieron origen. Así, un café como el Jumping Bean, centro neurálgico de la intelectualidad mexicana, está alojado en un edificio de 1907 construido bajo el estilo neoclásico de Praga, y que por muchos años fue sede del estudio fotográfico Nemecek. Así, en sus iglesias, donde el castellano impera, aún se ora en polaco o croata; así, sus niños juegan juegos mexicanos en un parque que lleva aún el nombre del mayor músico checo (y bohemio) de todos los tiempos, Antonin Dvorak.

Peter Pero, profesor de la secundaria Benito Juárez de Pilsen, e italiano de origen, vino de la Costa Este a Chicago para entender mejor la migración italiana a Estados Unidos, Y se encontró con Pilsen. Previamente autor de un libro sobre la comunidad italiana de Chicago, Pero ha dedicado su segundo libro a Pilsen (Chicago’s Pilsen Neighborhood, Charleston, 2011). El volumen ha sido publicado por Arcadia dentro de su serie dedicada a los barrios de Chicago, y prologado por Carlos Tortolero, presidente del Museo Nacional de Artes Mexicanas.

Esta conversación con Pero se publicó en el ejemplar más reciente (Septiembre) de contratiempo.

GC: Pilsen es uno de los barrios del que más historias se han escrito en Chicago. ¿Por qué dedicarle un libro, por qué recontar su historia de esta manera?

PP: Si hay muchas historias, en cuentos, en revistas, en periódicos, sobre Pilsen y la política en Pilsen. Pero me encontré con que no hay un libro que explore el origen de Pilsen, y que enlace a todos los grupos que han vivido aquí, los bohemios, los croatas, los polacos. Lo que he escrito es un libro con fuerte contenido fotográfico que se remonta 120 años atrás, para tratar de enlazar a todos estos seis grupos que son las raíces de Pilsen. Lamento que todavía no esté en español, y espero que la empresa editora entienda que lo necesitamos en español. Pero aún si no lees inglés, las imágenes te cuentan la historia.

Los italianos, concentrados en el oeste de Pilsen

GC: Pilsen es un barrio que todavía está en proceso de cambio, y dentro de 20 años seguro que será distinto a lo que es ahora. Tal vez haya otra comunidad que se haya mudado para acá. ¿Qué une a todos estos grupos?

PP: Creo que en mucho la conveniencia. Pensemos hace muchos años, un trabajador o su familia, que trabajen en el centro, en alguno de los hoteles, o en una fábrica en Lawndale o Bridgeport: lo que quiere es vivir cerca de su centro de trabajo. Recordemos que la mayoría de las viviendas cercanas a Las Empacadoras eran ocupadas por lituanos y polacos. Ese trabajador se muda a Pilsen, y encuentra que el alquiler es accesible, que hay un tranvía que pasa por aquí, que está el tren, hay autobuses. Y todavía hoy, o sea que si te mudas hoy, es un lugar que queda cerca del centro, la vivienda no es cara. Es la ubicación. Aunque claro, hoy también es verdad que el barrio está un poco de moda, pero si eres estudiante en UIC, te es más conveniente vivir aquí, cerca de la universidad, que irte a vivir a Oak Park, por ejemplo. Y por supuesto, los trabajos. Hace 50 años había muchos trabajos.

GC: ¿Esto sigue siendo así pese a la ola de remozamiento urbano, y a la lucha de la comunidad contra el encarecimiento de la vivienda? ¿Cree usted que el remozamiento urbano cambiará a Pilsen para siempre? ¿O tiene el barrio una vida propia que lo mantiene auténtico?

PP: Pilsen tiene sus propias resistencias, es un barrio muy tenaz. Pilsen ha resistido estos problemas que zonas como Uptown, por ejemplo. En Pilsen la gente sabe como movilizarse en torno a algo, como en su lucha contra Commonwealth Edison, o cuando se peleó para conseguir la secundaria. Ahora bien, a la larga creo que el remozamiento terminará triunfando porque la historia nos dice que Pilsen cambia cada 20 o 30 años. En esos cambios, hay sectores de la clase trabajadora que se han visto desplazados, pero también recibes cosas positivas si entra dinero fresco al barrio. No digo que sea imposible detener a las constructoras que llevan a cabo el remozamiento, de pronto alguna gente se tiraría frente a los bulldozers, pero ¿vas a impedir que la gente soltera o las parejas jóvenes se muden a Pilsen? ¿Te vas a tirar frente a los camiones de la mudanza? Lo dudo. Pero, por otro lado, hace una semana presenté el libro en la biblioteca Rudy Lozano, y el tema del que todo mundo quería hablar era el remozamiento; no sobre la historia, o sobre si los bohemios vivían en la Cullerton o los lituanos en Ashland; no querían hablar del pasado, sino del futuro; mucha gente estaba furiosa con el nuevo puesto de hotdogs en la 18 y Halsted porque es parte de una cadena. Y en realidad de lo que hablaban es ¿qué vamos a hacer con el futuro, con los próximos 20 años?

GC: Hablando del tiempo, con seis comunidades que van sucediéndose en el tiempo, ¿qué ha dejado cada comunidad como un legado propio? Y si los mexicanos se van un día de Pilsen, ¿qué dejarán como legado?

PP: La comunidad mexicana claramente va a dejar algo que ya es su sello en los edificios de este barrio: los murales. Estos seguirán por generaciones, a menos que alguna generación decida taparlos, pero no lo creo. Creo que los respetarán, por lo menos los más artísticos, aunque no necesariamente los más políticos. ¿Qué dejaron los polacos? Una iglesia majestuosa, San Adalberto, que es como una catedral. ¿Los bohemios? Dejaron muchas cosas, muchos edificios, empezando por el nombre del barrio. Mientras más nos remontamos en el tiempo, menos evidencias quedan. No queda casi nada de los alemanes, un par de iglesias y ya. Pero claramente creo que la herencia mexicana serán los murales, y el color que le han dado al barrio y que no te hubieses esperado si el barrio se hubiese mantenido centro-europeo.

El muralismo mexicano de Pilsen

GC: Este es un libro muy visual. Hay un tremendo material fotográfico. ¿Por qué escogió usted armar el libro así? ¿Fue la disponibilidad de material, o prefirió usted contar la historia visualmente?

PP: Encontré muchísimas fotos de gran valor. Una fuente muy importante fue el Museo Bohemio, que ahora está en Oak Brook. A la gente allá le encantó ver su legado en las fotos, y reconocieron los lugares por sus nombres originales, como la escuela Kominsky, por ejemplo.

GC: Las imágenes entonces fueron mostrando el cambio del barrio de una comunidad a otra, a lo largo del tiempo….

PP: Sí, y conforme fui encontrando más y más material fotográfico, me di cuenta que tenía que ser menos y menos texto, y más y más imágenes para poder contar la historia. Las imágenes tienen un poder tremendo. También encontré un tesoro fotográfico en manos de un residente actual de Pilsen, Aurelio Barrios. Su nombre debería estar en la portada, al lado del mío. Barrios me invitó a su departamento y me mostró este tremendo acervo de negativos de las fotos que su padre, Adalberto, tomó durante los años 50 y 60. Fotografías valiosísimas, como la de (Dámaso) Pérez Prado vistiéndose en su camerino, o las de Amalia Mendoza, o de Cantinflas. Cuando vi el archivo Barrios, me convencí de que tenía que ser un libro de fotografías. Tuve acceso a muchos archivos fotográficos, tanto personales como institucionales.

GC: Usted escribió un libro sobre los italianos en Chicago; ahora, uno sobre Pilsen. ¿Cuál es su relación personal con Chicago?

PP: Yo me vine para acá desde la Costa Este, de Buffalo en el estado de Nueva York donde había muchos italianos cuando era una ciudad acerera. Pero en mi época ya no había nada para mí, y mi padre me dijo que me convendría irme a estudiar a otra parte. Escogí Chicago porque tenía buenos amigos acá que habían conseguido buenos trabajos. He estado aquí por más de 30 años, este es mi hogar. Cuando llegué quise investigar cómo es que los italianos se vinieron para acá. Es un libro que en realidad era sobre mí, y sobre gente que me importaba mucho; era un libro para honrar a mi abuelo, que se vino de Italia por ahí de 1918. Pero luego, cuando conseguí un trabajo en Pilsen, me di cuenta que mi siguiente libro sería sobre este barrio. Estoy pensando en escribir un tercer libro, sobre la historia de la vivienda pública en Chicago. Mucha gente dice que la vivienda pública fue un experimento fallido en Chicago, aunque conozco gente que dice que no estaba tan mal, por lo menos hasta que llegaron las drogas. En Chicago ha habido vivienda pública desde los años 30, y todavía viven quienes no tienen recuerdos tan malos al respecto.

Casa Aztlan: uno de los puntos neuralgicos de Pilsen

Para más información sobre el libro “Chicago’s Pilsen Neighborhood” visitar la página web: www.arcadiapublishing.com

 

Acerca de gerardo1313

Escritor y periodista mexicano. Reside en Chicago. Autor del libro de relatos A veces llovia en Chicago (Ediciones Vocesueltas/Libros Magenta, 2011, ganador del Premio Interamericano Carlos Montemayor 2013), la obra de teatro Blind Spot (Ganadora del Primer Premio Hispano de Dramaturgia de Chicago, 2014, y del Premio Nacional Repertorio Español, 2016, publicada por Literal Publishers en la coleccion (dis) locados, los poemarios En el pais del silencio (2015, Ediciones Oblicuas; y Silencio del tiempo, 2016, Abismos editorial) y la antología Diáspora: Narrativa breve en español de los Estados Unidos, de la que es coordinador y que fue publicada por Vaso Roto Editores en 2017. Ex director editorial de la revista contratiempo.

Comentarios

3 comentarios en “Pilsen: historia y legado de un barrio mexicano en Chicago

  1. Muy interesante el artículo y la entrevista no se diga, uno conoce más de los autores por lo que piensan que por sus mismas obras. Enhorabuena, vamos a difundirlo!

    Publicado por Zazil | septiembre 22, 2011, 10:13 AM
  2. podría decirme el nombre del libro que habla sobre los italianos en chicago, de este mismo autor? estoy haciendo una investigación sobre las inmigraciones italianas en chicago en el siglo XIX. gracias!

    Publicado por karla | marzo 23, 2012, 11:01 AM

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